El influjo de la Ilustración y del reformismo borbónico en Hispanoamérica conmovió los arraigados cimientos de muchas tradiciones. Por este motivo, el período comprendido entre la segunda mitad del siglo XVIII y las primeras décadas del XIX estuvo marcado por varias transformaciones en lo económico, lo político y lo social. Estos cambios se manifestaron no solo en las revoluciones y levantamientos que culminaron en la emancipación de buena parte de las posesiones españolas durante la década de 1810, sino desde mucho antes, con la paulatina reconfiguración del modelo colonial de dominación.