El turismo se ha convertido en un instrumento de desarrollo económico a nivel internacional en países con belleza natural, patrimonial y cultural. Sin embargo, también es un agente que transforma las características propias que poseen los territorios y las políticas públicas fungen como ejes estructurantes en la creación de polos turísticos artificiales, tal como sucedió en Ixtapa-Zihuatanejo, México. Los efectos adversos del turismo en el territorio (principalmente sociales) suelen analizarse mediante diagnósticos municipales, pero quedan obsoletos en la implementación de la política pública y forzosamente se crean nuevas políticas que mitiguen los daños en la sociedad receptora. En este caso, se desarrolla una política urbana en el sitio de estudio y una prueba piloto de participación social por medio de encuestas, exponiendo las principales problemáticas urbanas en asentamientos periféricos, específicamente en zonas de alto grado de rezago social con la opinión y participación de los habitantes.