En este capítulo, tras realizar un breve recorrido por el origen de la Orden de los dominicos, también llamada la Orden de Predicadores, y su implantación en el continente americano tras la conquista de América de la mano de figuras como Bartolomé de las Casas (Fernández, 1994), se realizará un análisis de la figura del fraile dominico Juan de Estrada —también llamado Juan de la Magdalena en honor a la santa a la que estaba dedicada la casa de Tepetlaoztoc donde se crió como novicio— y su labor como traductor