Juan Gil (1911) de José Eustasio Rivera presenta en verso la desintegración de una familia tolimense en Bogotá, la agonía de la mentalidad aristocrático-rural y la condición de falsía que exige la naciente sociedad burguesa. El drama riveriano es una interpretación de la sociabilidad bogotana y del espíritu nacional de la primera década del siglo XX, esto es, la integración de Colombia al capitalismo, una expresión teatral de escepticismo y desgarramiento ante el quebranto de los valores tradicionales y la vida perdida en la “hacienda lejana”. Por ello, este estudio presenta la asimilación del “más crudo materialismo” de la familia, instalada en la capital, y el fin de la trascendencia en la muerte del “ideal” como la apuesta central de la dramaturgia riveriana.