Los codigos y declaraciones empresariales que abordan cuestiones sobre derechos humanos constituyen una manifestacion de regulacion voluntaria privada que puede tener impactos positivos sobre la conducta corporativa. Ello es mas probable cuando los codigos son aprobados por las directivas de una empresa e internalizados por sus distintos agentes; cuando se observan condiciones sobre legitimidad publica; cuando hay actualizaciones y concreciones frente a los desafios concretos de los contextos en los que se opera; y cuando existe un control sobre la efectividad y veracidad de los compromisos asumidos. En caso contrario, los codigos empresariales pueden operar como instrumentos que desvian la atencion de la necesidad de generar normas vinculantes para suplir vacios de proteccion que incrementan los riesgos de desproteccion y elusion de controles estatales. Por las anteriores razones, la relevancia de los codigos empresariales no debe ser descartada, en tanto puede generar interesantes efectos expresivos que aborden dimensiones no tratadas por las estrategias judiciales; pero ello no puede suponer que los mismos han de ser considerados como iniciativas que satisfacen de forma plena y suficiente las necesidades de proteccion del pilar de respeto empresarial, exigiendose asi complementarlas con otras estrategias e iniciativas en un plano multi-nivel y policentrico.