Este artículo profundiza sobre la relación existente entre las redes y la pedagogía, a partir del paradigma de la complejidad y su conceptualización por medio de las matemáticas. La experiencia del trabajo en redes permite el diálogo, la retroalimentación y la interacción, acciones que resultan necesarias para que el aprendizaje no sea superficial y complejo, pero que a la vez genera espacios de reflexión, expresión, autoaprendizaje, liberación de normas de coerción, creatividad, respeto por las opiniones y de dar sentido a lo que se hace. Autores como Bauman, Maturana, Briggs, Peat y Capra, entre otros, facilitan la comprensión de la lectura sobre el trabajo en redes, a partir de la experiencia del autocuidado y del cuidado del Otro, así mismo, se hace la distinción entre redes aprendientes y comunidades aprendientes. Por último, se plantea una propuesta de trabajo en redes con los y las participantes, para enfrentar y superar diferentes problemas que se deriven de la complejidad de aprender o no aprender, de cambio y resistencia al cambio.