A mediados de los años 1950, el joven Nicolás Rosa colabora en el diario Democracia de la ciudad de Rosario. Estas colaboraciones, compuestas de notas y relatos, marcan su ingreso a la escritura a través del periodismo cultural. El propósito del artículo es caracterizar el corpus de materiales relevados en la búsqueda de archivo, desconocido para los lectores especializados, y examinar la imagen de crítico que se perfila en ellos, a partir de una perspectiva biográfica, es decir, incorporando el proceso biográfico a la escritura del artículo. Esta perspectiva no sólo permite reponer sus autofiguraciones iniciales, sino también, conjeturar en torno a las circunstancias que lo habrían transformado en un crítico barthesiano.