En muchas ocasiones la reconstrucción quirúrgica de estructuras faciales es un reto para el médico tratante, al obtener a veces resultados pobres en comparación con las expectativas iniciales. Se presenta el caso de un paciente con destrucción del tercio medio facial secundario a heridas por proyectil de arma de fuego, a quien se le practicaron múltiples cirugías reconstructivas faciales, complementándose su manejo con elaboración personalizada y adaptación de una prótesis nasal, para disminuir así la formación de costras nasales, lo que mejoró el direccionamiento del flujo aéreo y se logró una mejoría emocional que facilitó su integración al entorno familiar y social.