El artículo defiende una solución al problema de la no identidad, que surge porque la existencia de muchas personas futuras es contingente en relación con nuestras de- cisiones. Esto hace que, aunque tengan una calidad de vida muy baja, tal situación no sea peor para ellas. Se defiende una solución basada en una noción de umbral de daño: tal noción ayuda a explicar la incorrección que existe en los casos atravesados por el problema de la no identidad. Finalmente, se analizan otras tres soluciones. Sin embargo, se afirma que no son completamente satisfactorias sin un desarrollo ulterior.