Esta reflexión pretende ahondar en el sentido de la expresión filosofía como modo de vida de Pierre Hadot y en las Enéadas III y V de Plotino, que justamente vinculan el Uno, la hipóstasis primera, con la necesidad de embarcamiento y de conversión del alma humana en tanto telos de la filosofía. Lo que explora, en otras palabras, es la unidad indisoluble entre la filosofía como discurso y como experiencia de transformación mediante la fórmula mística de acogida, esto es, una reinterpretación de la filosofía plotiniana que integra nuestra sed de conocimiento con la necesidad de hacernos-otros.