El texto pretende hacer una reflexión sobre la mirada, que, cuando se cultiva, puede visibilizar historias ocultas en los territorios con el objeto de crear memoria, identidad y conciencia de sí. Es una exploración por las historias ocultas tras lo evidente a los ojos; plantea el ejercicio de ver más allá de lo inmediato a los sentidos para reconocer que es más importante aquello no contado, lo que se dice sin decir, y lo que está detrás de cada acontecimiento, que encierra toda una memoria, sobre el territorio, el cuerpo y la identidad.