La idea central a desarrollar en el siguiente artículo es la concepción del cuerpo difunto y los arreglos que se le hacen cómo una “última conexión” entre los dos mundos, el de los vivos y el de los muertos. Adicionalmente, se analiza cómo las diferentes religiones (Catolicismo, Judaísmo, Budismo y Vudú) han jugado un papel importante en la construcción de esta “última imagen”. La respuesta a esta idea o hipótesis central se expondrá en las reflexiones finales, mostrando cómo algunas personas cómo el tanatólogo, o grupos cómo la Jevrá Kadishá (según el tipo de religión), se convierten en intermediadores entre el mundo espiritual y el físico, ayudando en diferentes procesos sociales cómo el del duelo.