En los últimos años se han producido cambios notables en el contexto económico internacional. Se abre camino un mundo en el que las economías cada vez están más integradas. Los avances tecnológicos y las reformas aperturistas incrementan el crecimiento del comercio, los flujos de inversión, todo lo cual se traduce en un incremento de la migración, que impacta a las sociedades en importantes campos como el laboral, por ello han de buscarse mecanismos convencionales y otros cuya función principal no es la de tutela, para la protección de los migrantes: es el caso del contrato de trabajo internacional.