La preocupación por el reduccionismo que subsiste en el campo de la valoración del patrimonio cultural inmueble, instalada —en la práctica de la conservación— en un pensamiento positivista, ilustrado y objetual, obliga a reflexiones teórico conceptuales intensas y profundas en este campo disciplinar; de cara a la complejidad urbano territorial implícita en la conservación del patrimonio cultural INMUEBLE. Las teorías demuestran propuestas con mirada transformadora, y los procesos conceptuales que nutren el campo de los imaginarios oficiales y populares también evidencian renovaciones, pero el peso de lo instituido, frente a lo no instituido, alternativo y emergente, es superior. A pesar de los aparentes avances, la realidad esta acompasada por dinámicas rígidas y obsoletas. Una revisión profunda al problema fundante ubica el pensamiento en el campo de la semiótica, y allí en la diferencia entre SIGNO y SÍMBOLO como fuente de la construcción de un concepto y una definición objetual limitada y estática del patrimonio cultural inmueble, o como fuente de un concepto y una definición sistémica, ilimitada y dinámica de éste.