La filosofía contractualista o del contrato social nace de un supuesto racionalista propio de la ilustración, la búsqueda de la verdad basada en la razón estando en total oposición a los pensamientos antes de ella, esta va dar respuesta al Estado absolutista y los problemas que con él nacían. Este tipo de mandato donde el poder se encuentra centralizado en el monarca, da inicio a grandes problemáticas como por ejemplo: el rey hace la ley y decide a quien se le aplica, entonces como predecir qué tipo de sentencia dictaran por un delito sino existe un principio de legalidad que lo asegure.