El presente artículo analiza varias escenas del Ccosplay como un espacio de creación de nuevas masculinidades en el que se ponen en tensión las categorías tradicionales. Se plantea que dicha tensión se encuentra atravesada por la articulación del mundo de la ficción y el mundo cotidiano, así como por la construcción de un cuerpo deseado en la que se pone en juego el desarrollo de un “yo”.