El presente artículo realiza un análisis sobre prácticas educativas alternativas a la educación formal como apuesta crítica y creativa, encaminado hacia comprender experiencias significativas del aprendizaje. Primero, se estudia el analfabetismo, desde el caso particular colombiano, como un fenómeno que segrega a la población frente al deber ser de la educación formal. Segundo, se retoma la perspectiva artística para la experiencia educativa, desde el ser la condición natural creativa y sensible de los seres humanos que necesita desarrollarse durante toda su existencia. Finalmente, se muestran algunas experiencias de educación desviada, entendiendo que el objetivo de este tipo de educación no es producir personas exitosas y competitivas, sino formar seres felices y libres. El trabajo parte desde las preguntas: ¿qué enseñar?, ¿cuándo enseñar?, ¿para qué enseñar?, pero, sobre todo, desde el ¿dónde enseñar? Se concluye señalando la emergencia de grupos y prácticas de resistencia educativa y cultural que entienden que el mundo social es un organismo cambiante, y que hay que intentar cambiar el modelo educativo tradicional formal