El artículo argumenta que el creciente uso en escenarios públicos del término ideología de género por parte de grupos conservadores en pugna por el poder político y el control del Estado, es un elemento articulador de políticas populistas y totalitarias hechas en términos de género y sexualidad. El texto explica los contenidos y las formas de operar de este término. Finalmente, afirma que el tema requiere ser explicado en su relación con políticas del género y la sexualidad globales y locales. De lo contrario, las críticas al término corren el riesgo de quedarse en un análisis coyuntural o convertirse en un nuevo objeto de trabajo académico.