Este artículo discute la construcción de lo fantástico que hace Álvaro Miranda en su primera novela La risa del cuervo. Planteo que la inclusión de elementos de lo fantástico responde a una perspectiva “extraña” que de la realidad tiene el autor y busca, a su vez, suscitar en el lector una percepción incierta del mundo literario recreado en la novela. Mi hipótesis central es que Miranda hace uso de esos elementos fantásticos en respuesta a imperativos tanto del campo literario -la inadecuación del realismo mágico para entrar en diálogo con la realidad Latinoamérica a partir de la década del setenta- como del campo social -la necesidad de deconstruir los relatos de inclusión/exclusión en los que se basó la construcción de la narrativa nacional en Colombia- y que el autor busca que el receptor de su obra adopte una perspectiva liminar de la realidad que le permita cuestionar esos relatos.