La Organización Mundial de la Salud (OMS) definió en 2004 las zoonosis emergentes como aquellas recientemente descubiertas o descritas previamente pero que han evidenciado un incremento de su incidencia, expansión geográfica o variedad de huéspedes o vectores (1). El 60% de las enfermedades infecciosas que afectan al ser humano son de origen zoonótico (2) y casi un 20% de todas ellas son transmitidas por vectores. Esto refuerza la conexión entre la salud animal, humana y ambiental y la importancia del estudio de estas enfermedades en su ámbito biológico, ecológico, médico y económico para promover y garantizar la salud global.