Los fondos de pensiones son los principales inversionistas institucionales y presentan un incremento sostenido en valor y plazo. Sin embargo, éstos invierten cerca del 90% de sus activos en instrumentos de deuda pública (en títulos del Banco Central mayoritariamente) o emitidos por intermediarios financieros, limitando así su impacto dinamizador sobre el sector real. Dicha concentración se explica por el elevado rendimiento-riesgo de los bonos de deuda pública con respecto a las demás opciones de inversión. En este sentido, la aplicación de restricciones cuantitativas ha prevenido una concentración aún mayor en títulos del Banco Central. A largo plazo, se recomienda la inclusión de nuevos actores como los fondos comunes de inversión. Sin embargo, de continuar la tendencia actual en la gestión de la deuda pública, medidas en busca de una expansión de mercados no lograrán aumentar el impacto de los inversionistas institucionales en el sector real de forma significativa.