El presente artículo es más una reflexión basada en el acercamiento propositivo al concepto de sujeto grupo justificado por su finalidad de que se perciba como logro de una educación ecosófica para aprender a vivir juntos, en practicar una cultura inclusiva para una cotidianidad compleja en la comprensión de los problemas, en la morigeración de pronunciar las frases asesinas en los actos de habla cotidianos, en la necesidad de convertirse en anfibios culturales para ir y venir de una cultura a otra sin problemas aumentando la vida y dinámica del sujeto grupo (hibridación cultural) en la búsqueda de un diferente hombre androcrático para una nueva sociedad democrática y participativa, pero ante todo ser hombres ecosóficos y ecoprácticos para recuperar el medio ambiente.