La relación entre salud y ambiente ha sido explorada desde antiguas y nuevas tradiciones de conocimiento. De manera particular, este artículo explora las formas de pensamiento subyacentes a la relación entre salud y ambiente característica del mundo moderno, mediante el uso de la hermenéutica como método para indagar la concepción de la realidad, propia de la razón moderna occidental, que impregna las teorías y los conceptos expresados en las prácticas dentro de los ecosistemas y en la salud humana.A partir de fuentes empíricas y conceptuales, seleccionadas dentro del amplio espectro de publicaciones científicas y de otros saberes, se configuró el escenario más apropiado que evidencia los cambios en la relación entre cultura y naturaleza. Esta selección se orientó por criterios históricos y de diversidad de perspectivas disciplinares que abarcan los dos polos de la relación.La hermenéutica ontológica reintroduce al ser humano en la naturaleza y permite reinterpretar la relación entre salud y ambiente como indivisible, para contrastarla con las categorías del entendimiento fragmentado propio de la razón occidental. Esta comprensión alternativa y relacional identifica en la salud el simbolismo que crea y alimenta relaciones de reciprocidad y solidaridad, teniendo en cuenta lo afectivo en la vida cotidiana y la configuración del ambiente como una realidad privilegiada dentro de un conjunto de posibilidades que celebran la vida y el cuidado.El lenguaje constituye lo que somos y crea relaciones que conectan nuestro interior con otras personas y con los ecosistemas, para superar el dualismo heredado de dos grandes órdenes en oposición: cultura y naturaleza. De esta manera, una razón simbólica o relacional nos aproxima a comprensiones de complejidad y hace posible trasladar al futuro nuestra propia interpretación de la relación entre salud y ambiente, para resolver la crisis ambiental y evitar que se repita.