W. Benjamin expresa su inquietud política en las tesis acerca de la “violencia revolucionaria” como “excepción divina”, valorada por J. Derrida como una ruptura histórica; esto permite ver una analogía e incluso una continuidad en estos autores. Sin embargo, Derrida subraya la inadecuación política y el efecto “insoportable” del planteamiento de Benjamin. Se intenta comprender el fondo de esta crítica y avanzar hacia una hipótesis que haga converger las dos problematizaciones de la violencia y las complemente con el tema mesiánico y el problema de la responsabilidad.