En julio de 2016, a pocos días de finalizar las conversaciones de paz entre las FARC y el gobierno Colombiano y en pleno auge del debate político y la campaña electoral para el plebiscito de aprobación de los acuerdos, la UNODC y el Gobierno Colombiano publicaron los resultados del Monitoreo de territorios afectados por cultivos ilícitos 2015. Entre los puntos de mayor relevancia se señaló el aumento cultivos de 69 mil hectáreas del año 2014 a 96 mil en 2016 (p. 17), con lo cual se volvió a cifras no conocidas desde el año 2007 y se frenó la tendencia de reducción de los últimos años[2]