En el siglo xi, la literatura dialógica nacida en el seno del cristianismo latino ha incluido en su repertorio de interlocutores a uno que resulta en todos los casos ficcional: el gentil. De allí que quepa preguntarse cuál es el propósito de dialogar con una otredad imaginaria. Se examinan las construcciones identitarias de los dos primeros personajes gentiles de los que hasta ahora se tiene noticia: el de la Disputatio christiani cum gentili de Gilberto Crispino y el de la Disputatio inter christianum et gentilem del Pseudo-Anselmo. A partir de estas construcciones, se discutirá la función que cada gentil desempeña en su respectivo diálogo, con el objetivo de establecer qué relación mantienen estas identidades dialogantes con la intentio operis.