El artículo aborda el fenómeno de cambios lingüísticos, manifestados en los textos, favorecidos por las TIC, sobre todo desde la aparición de la web 2.0, que permite a los usuarios, especialmente jóvenes y adolescentes, producir y compartir sus textos en diversos medios. Entre las variaciones del lenguaje se destacan la incorporación de neologismos (mayoritariamente procedentes del idioma inglés), la asignación de nuevos significados a términos existentes, el desacato de normas lingüísticas, y el uso de simbolismos (tipo emoticones), haciendo que los textos sean entendibles para los jóvenes y adolescentes pero amorfos e incoherente para otros segmentos poblacionales. Esta situación, caracterizada por un lenguaje coloquial, se convierte en posibilidad de identidad subjetiva y grupal, que cuando se traslada a ámbitos formales, como es el caso del académico, se constituye en manifestación negativa por el empobrecimiento del texto, ocasionando preocupaciones y choques.