El resurgimiento de las amenazas causadas por los diferentes fenómenos naturales y la creciente vulnerabilidad de los habitantes urbanos, deja al descubierto la necesidad urgente de avanzar en los procesos de gestión de riesgos. Con el propósito de definir herramientas más eficientes para incluir en la planificación territorial que contribuyan a minimizar el riesgo, este artículo muestra casos de confusión conceptual entre mapas de amenazas y mapas de riesgos en la planificación territorial en nuestro país, aclara sus diferencias y define los componentes mínimos que deben ser incluidos. Finalmente, se concluye explicando la necesidad de incorporar la gestión de riesgos en la planificación territorial utilizando mapas de riesgo.