El deporte ha sido definido como el fenómeno social más característico de las sociedades actuales (García Ferrando, 1990; Hernández Moreno, 1994). Detrás de la apariencia de una estructura simple, está mimetizada una gran complejidad cultural y social basada en el lenguaje y simbolismo de la motricidad humana que, independientemente del nivel cultural y social, es aprehensible por cualquier persona, lo que convierte al fenómeno deportivo en un hecho universal. (p.1).