El Ideal de la Revolución, como función simbólica, deviene el significante central en la subjetividad de sus militantes, produciendo sus propios Nombres del Padre, sus propios significantes amo que alienan a los combatientes y generan efectos del orden de “lo sagrado” en los registros simbólico, imaginario y real, en la escena pública del colectivo y en la escena privada del sujeto. En este artículo se propone comprender el despliegue del ideal que jalona la causa revolucionaria, las formas como opera en la escena colectiva y singular, y los efectos que genera en la subjetividad. Finalmente se observa el proceso de la caída del ideal y sus algunas de sus encrucijadas como preámbulo a la salida del sujeto de la guerra.