Una educación inclusiva promueve el acceso equitativo y la permanencia de los estudiantes con el fin de garantizar igualdad de oportunidades para todos. Las implementaciones pueden estar basadas tanto en estudios como en prácticas empíricas, y se enfocan principalmente desde tres aspectos: lo físico, lo cognitivo y lo social. Es así, como se hace relevante identificar y analizar casos exitosos y mejores prácticas realizadas por las instituciones educativas colombianas. De igual manera, dados los avances tecnológicos, es imperativo lograr una fusión entre la tecnología y la inclusión con el fin de llegar al objetivo deseado.