En el presente artículo se analizan, a través de una exposición sencilla pero profundamente pedagógica, las características del desarrollo del conocimiento y del proceso de aprendizaje del niño, a partir de la práctica y como resultado de la conjunción de las sensaciones y las percepciones. El argumento central se fundamenta primero: en que el hombre conoce el mundo para dominarlo en la práctica, para transformarlo y satisfacer sus necesidades; segundo: el conocimiento teórico y la práctica deben forman una sólida unidad; tercero: Adquirir nuevos conocimientos y capacidades, quiere decir desde el punto de vista fisiológico, formar en la corteza cerebral un enlace, lo cual es solamente posible cuando la corteza cerebral y sus respectivos centros nerviosos se encuentran en un estado de estímulo especial.