América Latina no ha sido ajena a los cambios recientes de la geopolítica mundial en el siglo XXI, lo cual ha impuesto retos y la reformulación de la agenda internacional, obligando a revisar temas tales como la relación Norte-Sur desde lo diplomático, pero también desde lo político y económico. Esta realidad ha hecho que los líderes regionales argumenten que la mejor manera para negociar, en términos de instrumentos de política comercial, es en bloque, debido a que no solo mejoran los términos de intercambio, sino que estas contribuyen de manera efectiva al desarrollo, dando paso a una reorganización de fuerzas y relaciones de poder en la región lo cual ha derivado en la categorización y el surgimiento de potencias medias y regionales, con impacto en el sistema internacional. En este sentido se identifican algunos de los cambios en América Latina que son parte del proceso de transición para su articulación a la nueva perspectiva de la cooperación internacional, y el rol protagónico de esta zona y sus implicaciones en el desarrollo regional, desde la responsabilidad que le corresponde.