El ruido de las cosas al caer (2011), la exitosa novela de Juan Gabriel Vásquez, reproduce una cartografía discursiva que históricamente ha ordenado a Colombia según una relación centro-provincias, retomando los discursos liberales del siglo XIX sobre población y territorio. Esta división permite una lectura desde el mundo angloparlante que, si bien se aleja de aquella del realismo mágico, reproduce el imaginario de Latinoamérica como una región que oscila entre lo paradisíaco y lo salvaje, consecuente con las tendencias de traducción del momento.