Actualmente, el control permanente de los desempenos se tiende a instaurar en todos los lugares de trabajo, en las fabricas, en las oficinas, en los supermercados y tambien en los empleos subalternos de la actividad intelectual. La incertidumbre, asociada con frecuencia a estas formas de actividad, que obliga a invertir y “desinvertir” continuamente, moviliza, al mismo tiempo, la creencia en el futuro y la amenaza de perder el empleo. La disponibilidad y la flexibilidad suscitan auto-evaluacion y reconversion. Las relaciones de trabajo son inseparablemente relaciones de dominacion, donde cada puesto, al mismo tiempo que implica el dominio de una competencia tecnica especifica, requiere las cualidades exigidas ordinariamente al personal. Asi, con la informatica, hasta del personal subalterno se exige una parte cada vez mas importante de actividad de servicio y de “comunicacion”. Tomandose aparentemente mas autonomo, cada asalariado debe acumular las cualidades contradictorias implicadas en el dominio tecnico del puesto y en la consideracion de las relaciones entre colegas, asumiendo inclusive tareas de encuadramiento. Cada uno debe saber negociar su trabajo, autoevaluarse, “venderse”.