un acercamiento político-conceptual a los procesos de tipificación penal de las muertes violentas de mujeres en catorce países de América Latina, constituye el propósito de este texto. Entre 2007 y 2015, con el liderazgo de activistas, juristas, investigadoras, madres, hermanas e hijas de mujeres asesinadas y con aportes de los debates feministas y de género se han incorporado dos tipos penales: el femicidio y el feminicidio. La primera figura ha sido adoptada en Costa Rica, Guatemala, Chile, Nicaragua, Honduras, Panamá, Ecuador y República Bolivariana de Venezuela, haciendo énfasis en estudios realizados por investigadoras empeñadas en develar las condiciones estructurales de las muertes violentas. La segunda figura tiene un lugar propio en las normas de El Salvador, México, Perú, Estado Plurinacional de Bolivia, Brasil y Colombia, implementando sistemas de registro que continúan siendo frágiles. En su configuración han sido determinantes tanto las condiciones estructurales como la cercanía entre atacantes y atacadas para orientar el sentido de la investigación penal.