Son dos los objetivos que se persiguen en este escrito. El primero, consiste en destacar que existe una diferencia tanto epistemológica como de reconocimiento social entre el 'hacer' lingüística y 'enseñar' lingüística. El segundo tiene que ver con la capacidad integradora no solo del individuo estudioso sino de la comunidad especializada para construir programas de lingüística adecuados a los referentes sociales de una comunidad académica específica. Para poder acceder a estos dos objetivos es necesario hacer un recorrido por las diversas etapas de la historia de la disciplina (la lingüística) en un medio como el nuestro, para así formular y proyectar propuestas en el área de nuestra disciplina acordes con nuestra realidad social.