El proceso de marketing en las empresas busca analizar y detectar las necesidades de los compradores potenciales y ofrecer una satisfacción a las mismas con mayor valor que la competencia y con beneficio para esta y todas sus dimensiones, enfocadas a facilitar la toma de decisiones de forma eficaz y oportuna. Según Lambin (1990), la función del marketing es conocer e identificar la evolución del mercado, y con ello, los diferentes productos-mercados y segmentos actuales o potenciales, sobre la base de un análisis de la diversidad de las necesidades a encontrar. Los diferentes productos-mercados representan oportunidades que la empresa analiza y cuyo atractivo es preciso evaluar. Para una empresa determinada, el atractivo de un producto-mercado depende de su capacidad para atraer mejor que sus competidores la demanda de los compradores. Esta competitividad existirá en la medida que la empresa posea una ventaja competitiva. Atendiendo a estas consideraciones expresadas por el autor, son muchos los elementos que forman parte del mercado: la competencia, el cliente, los consumidores, prospectos, los productos, entre otros, los cuales se deben estudiar y analizar para hacer un buen marketing.