Este artículo revisa la contribución que la ontología del lenguaje ha hecho históricamente a la filosofía intercultural en la praxis social, como fundamento de una mejor comprensión de la alteridad y la otredad presente en las acciones desarrolladas por los sujetos en ambientes interculturales. La ontología del lenguaje es vista como la relación tríadica entre el hablante, el lenguaje y la acción. También examina el papel de los juicios como desencadenantes de la incomprensión de los procesos interculturales, el respeto por la diversidad y la no discriminación. La palabra como mediadora entre el sujeto y las cosas. El lenguaje y su rol mediador entre las comunidades lingüísticas y el contexto social circundante.La crisis profunda que se ha vivida en América latina desde la llegada de los españoles cuestiona los postulados básicos desde donde conferimos sentido a nuestras vidas. Esto no ha permitido construir una identidad sólida y firme en nuestros pueblos y comprender las distintas alteridades del pensamiento filosófico intercultural contemporáneo en su devenir histórico. Estos han sido puntos de rupturas para una conformación de unas identidades latinoamericanas que retomen su esencia y naturalezade ser. Se requiere una comprensión de los relatos de nuestras historias de vida. Debemos darle sentido a ese relato que dé cuenta de quienes somos, así determinamos nuestra identidad. Al modificar el relato se modifica nuestra identidad. Las historias de las comunidades conforman meta relatos, que son discursos históricos de los pueblos o comunidades. Tenemos que ser conscientes y consecuentes con nuestras prácticas sociales.