Como muchos de los libros dejuventud de un gran pensador, «El Nacimiento de la Tragedia » (1871) es un libro de principiante y por lo tanto, ambiguo. Esto Nietzsche lo reconocería mas tarde de buen grado. Sin embargo, sus autocríticas nunca van muy lejos, sobre todo porque tiene el cuidado de mostrar como sus análisis de otrora ya contenían en germen su obra futura. Es cierto, nos dice, yo me expresaba en ese entonces, en el lenguaje de Schopenhauer, y estaba engañado en la época con Wagner. A pesar de esto si sabéis leer al joven que yo era, percibiréis como, en realidad, estaba poco ligado a Shopenhauer.