Una sociedad debe estar estructurada de la manera que sea mejor para sus miembros. Hace ya doscientos anos que esta idea basica fue transformada en forma utilitarista por Jeremy Bentham. Para el, la calidad moral de las instituciones sociales se mide por la suma de la felicidad de las personas afectadas por ellas: las sociedades han de estructurarse como maximizantes de felicidad. Un patron tal exige que nuestras instituciones deban cargar con una considerable infelicidad (por ejemplo, mediante prostitucion forzada), para obtener una mayor ganancia de felicidad suficiente para muchos.