La infancia, como período durante el cual se adolece de atributos que van a ser aportados por la escuela, es un producto de la modernidad. Esta idea se ilustra en el artículo mediante la comparación de dos cuentos: Pulgarcito, en el siglo XVIl (aunque es una tradición anterior), muestra a un niño con potencialidad, que resuelve su conflicto con ingenio, enfrentándose, de igual a igual, con los adultos, en un contexto donde la escuela no se menciona. Por contraste, en Las aventuras de Pinocho, a finales del siglo XIX, el estatuto de muñeco se hace coincidir con la ingenuidad y la torpeza, y con juicios negativos (ocioso, mentiroso, grosero), endigables a quien no quiere estudiar; estado del que puede salirse -y ganar el estatuto de niño- sólo mediante la aceptación de una ausencia de iniciativa y la sujeción al dispositivo de la escuela.