En este escrito pretendo presentar unas ideas para hacer una lectura un tanto distinta a lo que por todos los medios se nos ofrece sobre la Independencia, y por ende toda la literatura que ahora se está escribiendo y toda la que se escribirá sobre la “celebración” del Bicentenario de Colombia. No voy a pontificar ni a plantear nuevos paradigmas de este tema porque en los anaqueles de las bibliotecas están las enormes enciclopedias de historia, con los elementos ideológicos que nos formaron en la escuela, y que incluso todavía se siguen enseñando, pero sí quiero aportar algunas ideas que nos ayuden a mirar nuestra realidad histórica, a la utopía de corregir errores plantados desde hace doscientos años por los intereses de unas castas dominantes que no nos han dejado hacer y vivir nuestra propia historia.