La autoevaluación es la base fundamental del proceso de acreditación. Con ésta se inician los diferentes procesos evaluativos que finalmente permiten, al Consejo Nacional de Acreditación, recomendar o no la acreditación de una universidad. La autoevaluación es el elemento nuclear de todo el proceso de acreditación; para su realización, las instituciones definirán los principios orientadores y los mecanismos operativos del proceso. La misión acogida por cada institución de educación superior, definida desde su ser y sentido institucional, y el logro de esas funciones con excelencia, posibilita la concreción particular de parámetros de calidad para cada institución.