La salud es un bien superior y constitucionalmente tutelado como de los más principales y protegidos derechos del hombre, convirtiéndose con ello, en misión esencial y garante de los Estados Sociales de Derecho como el nuestro. Así lo reconoce nuestra carta magna en sus artículos 2 pie1 y 49. Pie 2 En ese cometido esencial, el Estado lo descentralizó y masificó a través de las Empresas Sociales del Estado, brindándoles herramientas administrativas, patrimoniales, jurídicas, propias y especiales.