Este artículo se propone pensar el alcance de la noción de “política de traducción” en un conjunto de editoriales literarias recientes de Argentina que hacen de la traducción una operación central para el diseño de sus catálogos (Bajo la Luna, Gog y Magog, Fiordo, Dedalus y Mardulce, entre otras). Si la política de traducción puede pensarse como el resultado de un planeamiento y una serie de decisiones — explícitas o implícitas— sobre lo traducido, este trabajo analiza los modos en que esta política se expone en los catálogos y muestra que no solo responde al proyecto específico de cada editorial. Existen ciertas regularidades que permiten afirmar que toda política de traducción se relaciona con la posición que una editorial ocupa en el espacio nacional del libro, pero también con una jerarquía global de las lenguas de traducción que interactúan en el espacio transnacional del libro.