Incluso en este momento, en nuestro tiempo, continuamos viviendo bajo ese poder ya establecido relación entre el médico y el paciente, que se olvida muchas veces que hay que llegar a ser,borrosa esa línea para conseguir realmente tomar parte en un estado de salud adecuado de la persona que la confianzasu enfermedad en el momento de su encuentro en oposición a nuestro conocimiento; nos debemos a pensar en nosotros mismos también, porque muchas veces nos dejamos llevar por esas reglas intocables que no permiten un contacto real ni siquiera con nuestras propias patologías.