La legislación sobre presunción de consentimiento es considerada como una medida efectiva para mejorar las tasas de donación de órganos. En el caso colombiano, este modelo institucional existe desde 1988; sin embargo, en 2016 las leyes de donación han sido reformadas para ratificar el modelo de presunción en una versión fuerte que garantice su implementación, y las nuevas disposiciones evitan que la familia pueda oponerse a la donación de órganos. El presente documento plantea que dicha estrategia no está libre de riesgos y su éxito depende de garantizar la transparencia de la información. Se presenta evidencia empírica y reflexiones teóricas que indican que la relación entre presunción de donación y mayor disponibilidad de órganos no es inequívoca, pues la decisión de donar es muy sensible a la información disponible en el entorno. Se concluye que si la información y los incentivos no son claros los individuos pueden manifestar su negativa a la donación de órganos y, en consecuencia, el sentido de solidaridad en el interior de la comunidad podría ser sacrificado.