Este texto pretende ratificar la educación como una herramienta para potencializar en las personas capacidades, intereses y aptitudes. Es también un medio para movilizar actitudes que permitan avanzar en la conformación de sociedades menos discriminatorias y excluyentes, en donde se reconozca, respete y valore la diversidad como condición humana y esencia del ser. Se parte de un acercamiento al término diversidad y, seguidamente, al de discriminación, el cual emerge de la interacción con el contexto cuando se entra a violentar, desdibujar, rechazar a otro(s) sencillamente por ser diferente(s) y no acomodarse a unos cánones sociales establecidos. Finalmente, se reflexiona frente al tema educativo como herramienta que permite transitar de esquemas de discriminación y exclusión a esquemas de respeto, aceptación y valoración por la diferencia.