Este artículo es una reflexión sobre la educación como el motor de desarrollo económico, social y humano de las regiones, como parte de esta se centra en Colombia; no se puede hablar de competitividad sin esta crucial variable que traduce en prosperidad y progreso. La educación y la competitividad son aliadas inseparables donde cada una de las partes se necesita de manera paralela. La innovación es necesaria para mejorar la competitividad porque así las empresas ofrecen productos o servicios únicos donde su competencia se reduce porque las puede eliminar debido que su propuesta es diferenciadora para aquellos consumidores que siempre buscan nuevas innovaciones en los productos y satisfacen y superan sus expectativas; la innovación debe ser vista como un aliado fuerte para ser las compañías de vanguardia y ser seguidas por otras firmas, ser modelos de innovación.